La identidad de un lugar se fortalece con aquello que es tradición: elementos de arquitectura que se mantienen, se refinan y se transmiten por generaciones. Casa Mar recoge las raíces de la arquitectura mediterránea: los espacios cubiertos y semicubiertos, las terrazas orientadas a las vistas, las estancias que miran hacia el patio, las texturas y los colores de los materiales.
Creemos que el habitar se proyecta de maneras diferentes porque responde a las personas que se apropian del lugar y lo hacen suyo. En este proyecto, se piensa en individuos atraídos por el mar, el sol, la sombra, los árboles. Así que se busca recuperar valores y atmósferas de esa arquitectura tradicional mediterránea con la creación de un conjunto de volúmenes que dan la sensación de vivir en un pueblo costero. El mar nos atrae, nos cautiva. El privilegio de esta parcela es estar frente a él. Nuestro desafío, maximizar su potencial.
Creamos un conjunto de 50 viviendas en el que la naturaleza se convierte en el organizador de los espacios: por un lado, las vistas hacia el mar definen la posición variada de las casas y, por otro lado, los patios permiten romper los volúmenes para adaptarse a los árboles existentes.
En la primera línea de mar creamos entonces casas integradas en la naturaleza con cubiertas planas verdes, con la idea de romper la barrera visual y natural entre el frente y la parte posterior de la parcela.
Concebimos dos nuevas tipologías de casas que miran al mar al subir las zonas de salón, comedor y cocina y dejar las habitaciones en las plantas inferiores. Así, todas las casas miran al mar y la segunda línea pasa a ser primera. Finalmente, densificamos la parte posterior de la parcela con apartamentos en tres niveles para seguir buscando la mejor orientación de vistas y sol.
“Nothing is original. Steal from anywhere that resonates with inspiration or fuels your imagination.» Always remember what Jean-Luc Godard said: “It’s not where you take things from – it’s where you take them to.»
— Jim Jarmush